Los 7 pecados capitales de una organización (Parte 1)
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Autor: Joan Fernandez Puig
No es nuevo hablar sobre mercados híper-saturados, de grandes multinacionales ni de una demanda cada día más exigente. Las organizaciones de hoy tienen el compromiso de trabajar arduamente en labores de marketing si pretenden perdurar. Si bien cada categoría o empresa tiene una dinámica individual, existen factores fundamentales que tienden a no variar de organización a organización. Cometer alguno de los siguientes 7 pecados capitales podría significar el fracaso de su empresa.
- No existe una marca que la unifique: Mas allá de los signos distintivos que permiten diferenciar nuestros productos de los de la competencia, las buenas marcas cargan de significado, valores, identidad y personalidad a nuestra organización.
Tener una marca es una herramienta fundamental si se busca el éxito empresarial, pues a través de ella lograremos generar valor agregado a nuestro quehacer. Una marca logra generar recordación, diferenciación, posicionamiento y fidelidad. Sin estos conceptos difícilmente se podrá triunfar.
Tener una marca no solo sirve para para cautivar y mantener a los consumidores externos felices, también puede servir para gestionar los empleados que trabajan para nuestra empresa. Una marca puede ser un elemento que brinde uniformidad, rendimiento y progreso a una organización. Como dice Mauricio Bejarano, Director del Departamento de Mercadeo de la Universidad EAFIT, “es muy probable que un empleado no se motive en su lugar de trabajo cuando el único fin de la organización es hacer rico al dueño. Sin embargo, las grandes marcas tienen fines nobles y superiores que son capases de motivar a toda la fuerza laboral”. Ver a un empleado de Google, Facebook o Apple es suficiente para ilustrar la situación.
- El cliente no es el rey: Las organizaciones tienen el deber de conocer a sus clientes, segmentarlos y generar vías de comunicación bidireccionales con y entre ellos. El éxito de nuestros productos depende más del nivel de satisfacción que otorgue a nuestros consumidores, que de la calidad técnica. La forma más adecuada para poder saber qué quiere una persona es: Primero, conociéndola. Segundo, preguntándole. Tercero, observándola y analizándola.
Monitorear a nuestro comprador, nos dará un conocimiento profundo sobre sus gustos, intereses e incluso cambios. Mantenga el diálogo permanente con sus diferentes segmentos de clientes. La detección de variaciones, nuevas oportunidades o insights puede convertirse en la receta de éxito para su marca.
- No existe una armonía de mercadeo: Armonía por definición, es el equilibrio de las proporciones entre las distintas partes de un todo, y su resultado siempre connota belleza. Una organización sin armonía está destinada a fracasar. Es necesario que las marcas sean fuertes en las 7P del mercadeo: Producto, Precio, Plaza, Promoción, Personas, Evidencia Física (Physical Evidence) y Procesos.
La empresas que solo se enfocan en mejorar sus productos, sin optimizar sus canales de distribución, por dar un ejemplo, carecen de equilibro. Este tipo de organizaciones requieren de cambios en su filosofía si no desean perecer. Las organizaciones de hoy deben ser buenas en todo. Tercerizar algunas partes del proceso que no se relacionen con nuestro core puede llegar a ser una excelente opción.
- La organización no tiene amigos: “Solo, se avanza más rápido, pero en equipo se llega más lejos”. Todas las empresas pertenecen a un contexto social, cultural, empresarial y político, entre otros. Aprender a generar relaciones en dicho contexto facilitará nuestro progreso. Las agremiaciones y clúster son un excelente ejemplo de este principio. Si su organización se limita a tener consumidores en una cara y proveedores en la otra, se está sometiendo a una soledad poco conveniente.
Entablar relaciones con otras organizaciones afines a su actividad le abrirá las puertas a nuevos conocimientos, nuevas oportunidades y nuevos horizontes. Una organización inmersa en un contexto y asociada a él, es capaz de comprender lo que pasa con mayor facilidad y por ende es capaz de reaccionar de una mejor manera. Es importante destacar que las marcas con muchos amigos tienden a ganar poder, y así a mejoran sus condiciones para la negociación futura.
Ser una organización aislada, lo priva entonces de: poder, información y oportunidades. Tener amigos por el contrario no tiene efecto negativo.