Para los inversionistas, los commodities son los productos como el oro, el cobre, el maíz, el trigo, el arroz, el petróleo y otros productos que como dice Wikipedia, no tienen diferencia cualitativa independiente de quien los produzca. Para ellos, no es algo malo ya que solo es cuestión de administrarlos como materia prima, pero para el marketing sí lo es.
Constantemente escuchamos en el mundo del marketing frases como:
- No deje que su producto o servicio se vuelva un commodity.
- Ese producto ya es un commodity.
- Ser un commodity es malo.
Pero ¿qué es un commodity?
Según Kotler, es cuando los compradores perciben que todas las ofertas realizadas por las marcas en una determinada categoría de productos o servicios son idénticas, ¡no se diferencian una de la otra!
En el mercado hemos visto casos muy importantes como es el de la crema de dientes, donde un producto tan simple como éste, dejó de ser un commodity gracias a los creativos de Colgate que comenzaron a lanzar nuevas cremas dentales con diferentes características como Triple Acción, Acción 24 y Colgate contra la sensibilidad de los dientes, entre otras.
Otros de los casos relevantes en el mercado colombiano son el de Arroz Diana de Dicorp, el de la sal con Refisal, el de las arepas y el de los huevos que también han tratado de salir de la comoditización. También destacamos el caso de Saltín Noel que con su estrategia de marca líder, evitó a toda costa caer en el mundo de los commodities, y por el contrario, le apostó a diferenciarse en el mercado y a construir marca.
¿Por qué es malo ser un commodity?
Cuando esto ocurre, se merman los márgenes de utilidad y la lealtad tiende a desaparecer; ya que no hay beneficios que diferencien a un marca de la otra. Lo que quiere decir que no estás innovando con tu propuesta, solo tomaste algo que estaba en el mercado y lo ofreciste exactamente igual, o quizá a un menor precio.
En la innovación y el marketing está el secreto para dejar de ser un commodity. Siempre debes tener como norma “estar creando algo nuevo, algo que te haga diferente a tu competencia”
Creo que además el marketing debe pensar la manera de diferenciar el producto o servicio, agregando valor con atributos que el consumidor valore, pues no se puede entrar en un juego de sumar elementos solo por verse diferente, sino sumar elementos que hagan mas feliz al consumidor y que le resuelvan una necesidad real. El caso de refisal para mi es impresionante y un ejemplo de la aplicación de un marketing muy bien hecho.
Gracias Anabel por escribirnos y por compartirnos tan importantes comentarios sobre agregarle valor al consumidor sobre atributes que él valore.
Al igual que tú el caso de Refisal nos encanta y lo admiramos bastante.
Un saludo especial
Juliana