¿Quién no se ha preguntado si las campañas de responsabilidad social de las marcas las hacen en realidad por tener un impacto positivo en sus grupos de interés o si realmente lo hacen para reducir impuestos y ganar una imagen favorable frente a sus consumidores? Pues bien les contaremos una historia que me pareció bonita y digna de rescatar.
Estuve en una escapada, actividad que hace la fundación juguemos en el bosque con niños de distintos hogares en la ciudad de Medellín, donde se realiza una actividad lúdica durante la mañana o la tarde para enseñar a los niños valores como la perseverancia, el respeto y trabajo en equipo, entre otros. La escapa de este mes consistía en llevar a los niños a cine, ver la película los pingüinos de Madagascar y en compañía de los voluntarios analizar con los niños los valores que transmite la película. Grata sorpresa me llevé cuando en el momento del refrigerio los organizadores me cuentan que los sándwich habían sido donados por la marca Sándwich Qbano.
De este acto rescato dos aspectos desde el punto de vista del marketing: el primero, la marca en cuestión de manera intencional o no, aplica uno de los conceptos más básicos como lo es la satisfacción de necesidades o generar una experiencia grata, en este caso para los niños de la fundación. Segundo, el hecho que la marca no se vanagloria con este acto o lo utiliza como medio para hacer promoción de su marca sino que lo hace de manera natural y filantrópica.
Muy bien por las marcas que hacen actividades de responsabilidad social corporativa de manera auténtica y en paralelo realizan sus actividades de marketing con su orientación corporativa.
¿Qué otros casos como este conocen y les ha gustado? Te dejamos algunas imágenes del evento