Son múltiples las herramientas que nos permiten elegir las estrategias de una marca, sus técnicas de apalancamiento, su lenguaje o tono de comunicación, su plan de marca, su link en el plan de marketing, su naming, su slogan, su mascota, su publicidad, su carta de colores, y demás elementos que se vuelven el día a día de un gerente de marca.
 
Sin embargo, y tomando elementos de la literatura y del mundo de la magia y la ficción, existe una técnica que permitirá acercarnos cada vez más al objetivo de la marca y acertar en las decisiones, definiendo un marco de acción que trazará el camino para el estratega de la marca: Se trata de la definición de los héroes y los villanos para la marca.
 
Al igual que en los cuentos de hadas, en el mundo del marketing, existen héroes y villanos, o dicho de otro modo, modelos de benchmark a seguir, como son los casos de éxito y las historias que dejan marca; así como ejemplos para nunca imitar, como son los errores del branding o las marcas que fracasan.
 
Siempre una marca debería definir cuál será su héroe y cuál será su villano, es decir, a quien se quiere parecer, así en un comienzo parezca inalcanzable, y a quien jamás se quisiera acercar. Estas definiciones que parten del mundo de la fantasía, se aterrizarán con los objetivos de corto, mediano y largo plazo, así como con el presupuesto con el que cuenta el gerente de marca.
 
¿Qué marca, de su categoría o no, es su ejemplo a seguir? Lo invito para que se tome una pausa y defina en su estrategia cuál será su héroe y cuál su villano, y nunca los pierda de vista.