Historia de marca: Montblanc, un invento hecho lujo
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Autor: Joan Fernandez Puig
Montblanc es otra de esas marcas que han hecho historia. Más de 100 años han sido suficientes para convertirse en un titán de talla mundial. En 1906 se inicia una nueva era para la escritura con la invención de la pluma estilográfica, el banquero Alfred Nehemias y el ingeniero August Eberstein encuentran en este invento una oportunidad de negocio irrepetible. Por esta razón, deciden fundar la compañía Simplo Filer Pen Co. Muchas otras empresas productoras de plumas fueron fundadas para esa época, para diferenciarse de la competencia, los nuevos empresarios, decidieron hacer una promesa a sus clientes que les generara valor. Bajo el lema: “fabricante de plumas de oro de alta calidad” fueron producidas las primeras plumas.
Las plumas Simplo Filer Pen Co, rápidamente fueron reconocidas en toda Europa, su excelente calidad era famosa entre las clases altas de la época. Un día, mientras uno de los fundadores departía con su familia, escuchó cómo uno de sus allegados comparaba la calidad de la marca, con lo más elevado y majestuoso de los Alpes, el Montblanc. Este nombre era capaz, de una manera corta y sonora, de encerrar la grandeza europea, desde entonces se decidió seguir utilizando este nombre para la marca.
En 1913 se da origen al isotipo de la compañía, la tradicional estrella blanca, la cual en realidad simboliza la nieve del monte más alto de los Alpes vista desde el cielo. La estrella se empezó a plasmar en todos los productos de la organización, haciéndola ampliamente reconocida. Y es que la compañía ha sido una experta en comunicar su marca, desde la década de los veinte empezó a pautar en aviones y vehículos sus emblemas.
En 1924, Montblanc da un salto con la creación del Meisterstuck, una pluma que hasta el sol de hoy ha sido utilizada por importantes presidentes, científicos, artistas, reyes e incluso premios nobel de todo el mundo. En 1926 se le empezó a gravar a este producto el característico número 4810, para quienes no saben representa la altura en metros del monte Montblanc.
En 1935, Montblanc empezó a brindar garantía de por vida en sus artículos, lo que le permitió un importante reconocimiento mundial. En la década de los 80, la compañía fue vendida a Richemont Group, la segunda empresa de bienes de lujo más grande del mundo. La multinacional con sede en Ginebra (Suiza) es la dueña de Cartier, IWC, Panerai y Piaget, entre otras reconocidas marcas. Desde entonces se han hecho varias extensiones de marca, en 1995 se inició con la línea de cuero, en 1997 la línea de relojes, en el 2001 la de perfumes, y en 2007 la de joyería.
Hoy en día, la marca tiene más solidez que nunca. Pues cuenta con más de 350 tiendas en los 5 continentes y dos flagship stores, una en la Quinta Avenida de Nueva York y otra en los Campos Elíseos en París.