Para todos los gerentes de marca, es fundamental conocer el consumidor, sus gustos, disgustos, amores y odios. Igualmente es primordial dominar las tendencias del mercado, para definir la mejor manera de conquistar el público objetivo.
Es claro, y lo hemos mencionado de manera general en varios de nuestros artículos, que el consumidor ha cambiado. Ahora hablamos de Millenials, de Generación C, de brandlovers y de muchas otras consecuencias que ha traído el marketing. Sin embargo, hoy queremos poner la lupa en una de las categorías más grandes del mundo y la que cada vez toma más relevancia en el mercado global: el hogar. Pase lo que pase, tenga el estilo de vida que tenga, el tipo de familia que sea, siempre se tendrá un hogar.
Y es justo allí, en el hogar, donde los roles del consumidor han cambiado ¡y de qué manera! Antes, al pensar en un hogar, era imposible no pensar en el ama de casa, una mujer buena y dedicada a su casa y a su familia, quien pasaba el 85% de tu tiempo en la cocina, era referencia de buena cocinera y expresaba el amor a sus seres queridos a través de la comida.
Aunque esa ama de casa de tiempo completo aún existe, es de anotar, en términos de consumidor y de marketing, que otros roles han llegado al hogar, ¿por qué? porque todo a nuestro alrededor cambió y el universo entero se confabuló para que llegaran nuevos personajes al hogar.
En primer lugar, nos invadió la arquitectura moderna. Antes, la cocina era un lugar en la parte de atrás de la casa, que permanecía siempre con la puerta cerrada, algo así como como un sitio donde los hombres estaban prohibidos, y allí sólo ingresaba la empleada doméstica y la señora de la casa. Actualmente los lofts son parte de nuestras vidas, la cocina es abierta y hace parte de la zona social de la casa. Los invitados al hogar siempre conocen la cocina desde que entran a tu apartamento.
El televisión cada vez nos encontramos con más canales de culinaria, sin ir muy lejos, citamos un ejemplo internacional como el canal Gourmet, o un ejemplo local como la Sartén por el Mango de Teleantioquia.
El pregrado y los estudios de gastronomía cada día son más comunes y se ofrecen en más instituciones de educación superior. Sin ir muy lejos, cada vez nos es más familiar la presencia de un chef en nuestro círculo social, incluso ha empezado a penetrar con fuerza la importancia de meter a los más pequeños en clases de gastronomía para desarrollar diferentes fortalezas en los niños, tales como su creatividad, capacidad motriz y gusto por los alimentos.
Y finalmente, queremos descara la oferta gastronómica que ha tenido nuestra ciudad, nuestro país y el mundo. Pasamos de tener una oferta de restaurantes de comida típica y de asados, a tener una gran variedad de restaurantes para todos los gustos y que cubren casi que todas las cocinas del mundo.
Estos factores y muchos más, han generado un nuevo consumidor del hogar: El amante de la cocina, también conocido como el entusiasta del hogar o la cocina. En este segmento sí caben los hombres, además abundan. Se trata de los nuevos anfitriones para quienes el mejor plan un viernes por la noche es tener invitados a cenar, y el plan es justamente ese: preparar de manera conjunta la comida.
Un par de vinos, unos comensales sentados en la barra, otros ayudando a preparar la comida y el amante de la cocina deleitándose con cada uno de sus utensilios de cocina y la receta sofisticada con su toque creativo que tiene para compartir con sus amigos.
Sin lugar a dudas el consumidor cambió, y como dice Camilo Herrera, el Presidente de Raddar: Usted, ¿entendió el cambio?