El Storytelling hace parte del EMA (elementos de marca), y tiene como objetivo construir mayor capital de marca. Sus inicios datan de los años 90´s en Estados Unidos cuando las marcas buscaban que los clientes las recordaran fácilmente. En términos más sencillos, hace referencia a la creación de una historia imaginaria o la adopción de una historia real con la cual se conecte emocionalmente el cliente. La idea es llevar el posicionamiento de la marca no solo a la satisfacción de una necesidad, sino llevarlo a un campo donde el consumidor se vea inspirado por la marca o se vea autorealizado por la misma.
 
En muchas ocasiones, las personas no conocen las historias de las marcas y solo las ven como una de tantas alternativas para suplir sus necesidades. Es justo en ese momento donde la herramienta de Storytelling nos ayuda, pues con ésta se comunican los valores de la marca, el significado de su existencia y su esencia; y el cliente, al percibir una intensión de relación más allá de la compra aumentará la probabilidad de preferir la marca.
 
Así mismo, el tener una historia detrás de la marca, genera confianza de ser aceptada por el consumidor, este lo asociará muy fácil con el producto o servicio. Si la historia es lo suficientemente buena la compartirá con otras personas llegando a una de las estrategias más efectivas del marketing, el boca a boca. La marca dará de qué hablar y se volverá un tema agradable de conversar entre las personas, facilitando el posicionamiento de una manera natural y sin utilizar los medios de comunicación tradicionales.
 
Algunos puntos de partida para crear un storytelling son: identificar qué aspectos hacen mágico la producción de su producto, cuál es el sentimiento que se quiere generar con el servicio prestado o con el uso del producto, si hay una historia llamativa en la fundación de la marca, con fundamento emocional o con una perspectiva de ayudar a los demás, comuníquelo. Otra base, puede ser una historia donde exista una parte buena y una mala, lógicamente trate que su marca sea la del lado bueno. Es muy importante que la historia se refleje en algún momento de la vida de las personas, por ejemplo: niñez, adulto contemporáneo, universidad u otro.
 
Se recomienda que el storytelling sea narrado en primera o tercera persona y que, en la medida de lo posible, incluya a una persona que represente el público objetivo de la marca. La historia en caso de ser imaginaria, no debe alejarse mucho de la realidad, pues puede llegar a interpretarse como una farsa o una mala jugada por parte de la marca.
 
Les compartimos un tres de ejemplos. El primero se trata de KFC y el coronel Harland Sanders, el segundo hace referencia a la marca Casillero del Diablo y el tercero de Coca-Cola, estás aquí para ser feliz