El color es un elemento fundamental del branding, cada vez que se quiere lograr mayor preferencia por parte del cliente (Morán, 2006), pues de acuerdo con la psicología del color aplicada a la identidad de marca, se afirma que el color es uno de los códigos de comunicación no verbal más certeros y efectivos (Morán, 2006).

 

Está comprobado que el color que se elija para una marca, afecta el comportamiento de su mercado objetivo, ya que de acuerdo con la longitud de onda del color, se logran diferentes sensaciones en el consumidor, de las que él no es consiente (López Ramón & Monserrat Gauchi, 2009). Del mismo modo, en la década de 1700, el literato y científico alemán Goethe, aseguró que cuando un color entra en contacto con una persona, éste produce un estado de ánimo particular (Ferrer, 1999).

 

De este modo, invitamos a los jefes de marca a pensar, de manera científica, más que por su gusto particular o preferencia, sobre el color que elegirán para su marca, para sus campañas publicitarias online u offline, para sus páginas web, para sus empaques, para sus puntos de venta, para los uniformes y para múltiples situaciones que hacen parte de nuestro día a día.

 

Juliana FIRMA