El branding es un una disciplina que inicia en la investigación y desarrollo de ideas, pero se materializa a través de tangibilizadores que pueden ser captados por los sentidos. Hoy en día el marketing ha dejado su lado tradicional para explorar nuevas técnicas, donde se explota lo visual, olfativo, gustativo, auditivo y táctil. La marca Philips, consciente de las nuevas prácticas del marketing y sin que muchos nos percatáramos, ha iniciado un nuevo y sorprendente trabajo con la luz artificial.
Para nadie es un secreto que la luz tiene influencia directa en nuestro estado de ánimo, percepciones y emociones. Por esto la multinacional lleva años trabajando con expertos de todo el mundo para el desarrollo especializado de luces para interiores y exteriores. La idea de sus proyectos es generar luces que tengan impactos controlados sobre individuos y multitudes. Dentro de sus innovaciones se encuentra una nueva línea de luces llamada AmbiScene.
Según la compañía, “es más que una luz de color. Complementa las estrategias de comunicación, crea una fuerte conexión con los compradores y realza la identidad de marca”. Los resultados de esta nueva tecnología han sido impactantes.
El año pasado, la marca se dio a la tarea de ir más lejos y se propuso descubrir cómo impactaba la luz según cada cultura, para ello realizó un proyecto que involucró a más de 47 diseñadores de alumbrado de diferentes partes del mundo, los resultados de su investigación pueden encontrarlos en el libro: la luz y las emociones, de la magia al respeto.
Hoy, a través de Ambicense, se puede, de una manera profesional, crear ambientes, resaltar materiales, transformar espacios, evocar estaciones, despertar sensaciones e incitar sentimientos. Por ello, Expertos en Marca le recomienda explorar las nuevas tecnologías de iluminación como herramienta para hacer marca.
“La luz controla a la gente, el comportamiento y las emociones de la gente” incluso puede hacerla aún más feliz. (Kiyoung Ko)