“Il Gigante” es llamada la monumental estatua de Neptuno ubicada en 1565 en la plaza de Boloña (Italia), sería esta estatua la misma que inspiraría cuatro siglos después a Mario Maserati, el único hermano que no fue ingeniero en su familia, a diseñar el logosímbolo de la prestigiosa marca italiana de súper autos Maserati.
Maserati fue el apellido de una familia de hermanos extraordinarios que antepuso el amor por el automovilismo por encima del dinero, y ante todo, la imaginación y creatividad por encima de los negocios. Para su época, soñaban con la realización de grandes y poderosos automotores sin pensar mucho en la viabilidad de poderlos vender.
Fue así como en 1914, mientras en el mundo estallaba la Primera Guerra Mundial, que un soñador, Alfieri Maserati en compañía de sus hermanos Bindo, Ernesto y Ettore crearon lo que fue llamado la Societa Anonima Officine Alfieri Maserati, allí comenzaron a realizar sus propios autos para competir en las carreras de la época. De sus diseños se empezaron a comercializar autos deportivos ligeramente modificados, que por su velocidad y potencia eran muy deseados.
La muerte de Alfieri, en 1932, no fue un impedimento para que la compañía continuara con el sueño de hacer autos veloces. Fue así como en esa misma época la marca pasó a tener otros dueños, los Orsi, la fábrica fue trasladada a Módena donde se continuaron haciendo autos para competición. En 1954 y 1957 tocaron la cima del cielo al ganar dos títulos mundiales de Fórmula 1.
Sin embargo,las tendencias del mercado habían cambiado y en la década de los 50 el mundo de la competición profesional ya no era un negocio que les permitiera sobrevivir, por lo cual decidieron dar un giro a la marca y comenzaron a construir autos deportivos.
Para Maserati llegaron días difíciles, pues este era mercado muy competido, por varios factores:La quiebra llegó a sus puertas, sin embargo, fue el gobierno italiano, Citroën e incluso Peugeot quienes impidieron que la marca desapareciera.
Fue sólo hasta la década de los 90 que Maserati vio su renacer, primero comprada por Fiat y posteriormente por Ferrari. Maserati ha vuelto a lo más alto del mundo de los superdeportivos, en 2003 las ventas del Maserati Quattroporte representaron un incremento en un 63% de las ventas respecto al año anterior ¡y van por más!