POR: Christian Salamanca (@CamiSalamanca)
Managing Director en Brand Health Colombia. MBA, experto en Branding e investigación de mercados.
Hacer publicidad no es tarea fácil. O por lo menos no buena publicidad. Hoy por hoy nos enfrentamos a un consumidor más exigente en términos de desempeño de producto, de garantías, de experiencias y por supuesto mucho más crítico frente a la publicidad y el cumplimiento de las promesas de valor de las marcas.
Antiguamente la publicidad era un ejercicio básico de comunicación de beneficios funcionales algún producto o servicio. Hoy la buena publicidad debe lograr mucho más que eso, debe atraer, persuadir, generar un estímulo lo suficientemente fuerte que desemboque en la compra y además que genere un posicionamiento de marca a largo plazo.
La industria publicitaria colombiana ha tenido una evolución evidente. Hoy somos referentes de creatividad y ejecución de campañas publicitarias ganadoras. No obstante un segmento de los grandes anunciantes de nuestro país se han estancado en recursos que en algún momento de la historia fueron novedosos, efectivos y ganadores, pero que definitivamente hoy ya no lo son.
Ver campañas de big players del mercado que usan como recurso creativo a Memo Orozco hablando con niños que intentan estimular a las amas de casa la compra de jabones, suavizantes y antigripales, entre otros, honestamente juega muy en contra del nivel creativo al que se pretende llevar a la industria publicitaria nacional. O ver a Ana Maria Trujillo con su familia (que siempre es distinta) hablando sobre arroz, lavaloza, etc. ¡Por favor no más!
Aclaro que no es contra Memo Orozco y Ana Maria Trujillo, se trata de una crítica a la industria publicitaria que en ocasiones patina sobre lo mismo, con el mismo speech pero con diferente marca. Hoy estamos llamados a explorar nuevas cosas, nuevos elementos, nuevos lenguajes. El consumidor de hoy (incluyendo a las amas de casa) ha cambiado.
Estudiar y analizar al consumidor no es suficiente si las estrategias y la comunicación seguirán siendo y diciendo lo mismo. De nada sirve tener grandes estrategas con volúmenes de información al alcance de una investigación de mercados si el output sigue siendo igual que el de hace 10 años. Ni la economía, ni los medios, ni los gustos y preferencias son iguales. La pregunta es ¿estamos siendo realmente creativos?