Lograr que nuestra marca ocupe un lugar en la mente del consumidor es un reto importante, sin embargo, la labor no termina allí: es fundamental no solo que la marca esté en la mente del mercado objetivo, sino también que ésta esté de la manera como lo queremos. En otras palabras, se trata de lograr que recuerden nuestra marca y que la recuerden de la manera deseada.

 

Es común encontrarse con personas que sí saben de la existencia de una marca y la tienen muy presente en su mente, sin embargo, cuando vamos un paso más allá y les preguntamos por qué recuerdan esa marca, muchas veces nos narran una mala experiencia.

 

Lo primero para lograr el objetivo es tener claro cómo queremos que recuerden nuestra marca, con qué queremos que sea asociada y cuál de los valores de marca sería el más importante para que actúe como punta de lanza del posicionamiento. Con lo anterior claro, se debe definir bien en la mente de qué consumidor nos queremos posicionar, redefiniendo el mercado objetivo, sin asumir que ya lo conocemos. Así tendremos el lugar de llegada o la meta que se quiere lograr.

 

Luego, sugeriría diagnosticar el punto de partida, es decir, responder a preguntas como, hoy, ¿quién es nuestro mercado objetivo?  y ¿cómo está posicionada nuestra marca en la mente de ese mercado objetivo? Finalmente, si se encuentran diferencias entre el escenario actual y el escenario futuro deseado, se debe trazar un plan de acción, mediante una estrategia de migración de la marca que conduzca hacia su objetivo, la cual, sin duda deberá contemplar la comunicación de la marca como su eje centro.

 

Sin más, les deseo muchos éxitos en el ejercicio y ¡que su marca esté en la mente del consumidor de la manera deseada!