La evolución de las mascotas de marca

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Autor: Alejandro Arias
Son varios los elementos identitarios de la marca, quizá el más común de ellos sea el logo, el cual debe ser tan definido, que los consumidores puedan reconocerlo en la distancia. Sin embargo, el trabajo de los EMA o Elementos de Marca no puede limitarse a este único ítem, también la mascota de la marca es una pieza clave cada vez que ésta quiera llamar la atención de su mercado objetivo y posicionarse en su mente.
La mascota de marca, que no necesariamente debe ser un animal, se caracteriza principalmente por la interacción que tiene con el consumidor, y su comportamiento debe estar estipulado en un manual para garantizar su armonía con los valores de la marca.
Es importante también, que con el paso del tiempo, las mascotas de las marcas se actualicen, experimente un refresh o un rejuvenecimiento, con el fin de estar siempre con una cara contemporánea, fresca y vital de cara al consumidor. A continuación, les compartimos la evolución de cinco mascotas de marcas a través del tiempo:
La primera de ellos es Bimbo, el famoso oso que ha reflejado, en forma de metáfora, la suavidad de sus productos con la suavidad del osito Bimbo. Tal como se ilustra en la siguiente imagen, éste ha sufrido algunos cambios a través del tiempo, siendo cada vez más real, amble y suave.
El Tigre Tonny (o Toño, como es nombrado en México), desde 1952 ha sido la mascota de Zucaritas de Kellogg´s. Éste ha ido evolucionando hasta convertirse en el tigre dinámico, activo y alegre que hoy conocemos. Se destaca que a pesar de la transformación de esta mascota marcaria, jamás ha perdido su esencia.
El polémico Ronald McDonalds, desde su nacimiento en 1963, ha tenido importantes evoluciones, a continuación les presentamos su último cambio, el cual dio lugar a dos nuevos trajes: uno casual y otro de gala.
Melvin quizá, el elefantico de Choco Krispis de Kelloggs, ha sido de las evoluciones más radicales en términos de mascota de marca. En un primer momento fue tierno, infantil y gordito; luego evolucionó conforme a los patrones de belleza de la época donde los músculos y su fuerza eran sus principales atributos,; y finalmente llegó a ser el Melvin urbano y contemporáneo que hoy encontramos en las cajas del cereal.
¿Qué tal este cambio en 70 años? El hoy alegre y aventurero conejito de Nesquik, antes lucía como una mascota tierna y quizá un poco femenina dado su color rosa, el cual reflejaba la apriencia de su bebida de fresa.
Esperamos que estos cinco ejemplos, además de devolvernos un poco en la historia y en los recuerdos, nos hayan permitido comprender la evolución de las mascotas.