Errar es humano y corregir los errores es de valientes. En ocasiones, las estrategias de las marcas se equivocan y traen resultados no deseados. Cuando este tipo de situaciones desafortunadas ocurren, se debe tratar de aminorar el impacto negativo para luego, levantar de nuevo la imagen y el posicionamiento de la marca.

 

Frente a este tipo de realidades algunos brand managers optan por asumir un rol de marca llamado “Cascabel”. El término se inspira en el sonajero de los bebés, donde, por lo general, los padres lo emplean para distraer la atención del pequeño logrando que éste se entretenga en algo más.

 

Esta estrategia también ha sido vista en el marketing político y ocurre cuando por alguna razón un candidato o gobernante, con o sin razón, cae en algún escándalo que no le favorece. Justo en ese momento se crea o destaca más de la cuenta alguna noticia diferente que capture la atención del público y deje de lado el escándalo. La nueva noticia que busca distraer al público, en este caso sería el cascabel.

 

En el branding, también ocurren este tipo de hechos. Por ejemplo, cuando una marca es señalada como poco saludable, inmediatamente empieza a resaltar en su menú la oferta de ensaladas, frutas y verduras que se asocien a una vida balanceada, ¿lo han notado?