Definir el mercado objetivo es uno de los aspectos fundamentales en la estrategia de mercadeo. Por esta razón, a continuación, definiremos algunos de las clasificaciones que conforman el target:
- Los no consumidores: que como su nombre lo indica son las personas que, aunque pertenecen al target, no compran nuestra marca. Es fundamental comprender por qué no nos compran, pues podría ser porque no les interesa la categoría, o bien porque prefieren la competencia. En este nivel de la pirámide es donde más preguntas se deben hacer para entender a la perfección este público y así tratar de conquistarlo.
- Los ocasionales: Esta porción del target se conforma por las personas que solo a veces compran nuestra marca. Aquí las preguntas que debemos responder son ¿qué marca compran cuándo no nos eligen a nosotros? ¿por qué lo hacen?
- Los pasivos: Estos consumidores siempre eligen nuestra marca, lo cual es motivo de una celebración inicial. Sin embargo, a la hora de indagarle a estas personas sobre por qué nos compran vemos que carecen de argumentos emocionales y racionales para preferirnos, es decir, son los típicos consumidores de costumbre que, ante un argumento potente de la competencia, fácilmente dejarían de ser nuestros clientes.
- Los fieles: son aquellos que compran nuestra marca, siempre y cuando nosotros no les fallemos. Ante el error, por lo general no estarían dispuestos a perdonarnos y se irían por la competencia.
- Los leales: Este es el top de la pirámide y es aquí donde queremos que se concentre nuestro mercado objetivo. Los consumidores leales compran nuestra marca de manera incondicional.
Los dejamos con la siguiente pirámide que ilustra estos tipos de mercado objetivo: