Parte 2: Orientación al Mercado.
Como estudiamos en el artículo anterior (aprende la lección del caso ajeno – parte1), una buena idea te puede cegar y hacer pensar que por más que el mercado cambie ella seguirá brillante e innovadora.
En este escrito, retomaremos el caso de Kodak y de Blockbuster, y lo miraremos a la luz de la desorientación de estas marcas con respecto al mercado, o dicho de otro modo, su miopía en el marketing. Empecemos con una frase del ex-presidente de Blockbuster en el momento que anunciaba que debían cerrar sus tiendas: «No es una decisión fácil. Sin embargo, el consumidor está claramente migrando al entretenimiento en video distribuido digitalmente»
¿»Claramente migrando» o ya migró?
Demasiado tarde se dieron cuenta de aquella migración de la que habla. El mercado les decía a gritos que el consumidor estaba cambiando sus hábitos de consumo. Desde antes de Netflix, Blockbuster ya tenían problemas con la piratería online y física. Y cuando llegó el gigante de renta de videos por internet, creado por Reed Hastings, lo único que hicieron fue quitar el sobre-cargo por entregas tardías. ¡Se habían rendido! Tiraron la toalla.
En pocas palabras y según nuestro punto de vista, Blockcbuster nunca se decidió a orientase hacia el mercado.
El caso de Kodak, me parece más grave aún. Esta marca sí entendió cómo estaba cambiando el mercado, y por eso crearon la tecnología para atenderlo. Sin embargo, con el invento de la cámara digital en sus manos, decidieron que no debían fomentar este cambio en el consumo. Para ellos, era más fácil seguir trabajando en un mercado que conocían en su totalidad, que volver a empezar desde cero.
Que las personas compren nuestro producto no quiere decir que estén totalmente satisfechos con él.
La orientación hacia el mercado consiste en saber qué es lo que realmente quiere el cliente. Cuando hablamos del cliente ya no nos referimos a ese grupo grande de personas al que le vendemos nuestros productos o servicios.
En la actualidad, tenemos que entender a cada una de las personas que conforman esa masa de clientes, aunque todos sean nuestro mismo target; ya que tienen diferentes gustos, intereses y preferencias. Por eso aparece el H2H (Human to Human) como el mejor remplazo al B2B (business to business) y al B2C (business to costumer).
En ambos casos (Blockbuster y Kodak), hubo ideas asombrosas que debían ir orientándose o, mejor dicho, adaptándose al mercado con el paso del tiempo, para ir creciendo junto con sus compañías.
Para terminar sólo nos queda decir que el caso de Blockbuster y Kodak fueron las ¡crónicas de una muerte anunciada!, que nos dejan como enseñanza un solo mensaje: ¡Oriéntate hacia el mercado o muere!
Parte 2: Orientación al Mercado.
Como estudiamos en el artículo anterior (aprende la lección del caso ajeno – parte1), una buena idea te puede cegar y hacer pensar que por más que el mercado cambie ella seguirá brillante e innovadora.
En este escrito, retomaremos el caso de Kodak y de Blockbuster, y lo miraremos a la luz de la desorientación de estas marcas con respecto al mercado, o dicho de otro modo, su miopía en el marketing. Empecemos con una frase del ex-presidente de Blockbuster en el momento que anunciaba que debían cerrar sus tiendas: «No es una decisión fácil. Sin embargo, el consumidor está claramente migrando al entretenimiento en video distribuido digitalmente»
¿»Claramente migrando» o ya migró?
Demasiado tarde se dieron cuenta de aquella migración de la que habla. El mercado les decía a gritos que el consumidor estaba cambiando sus hábitos de consumo. Desde antes de Netflix, Blockbuster ya tenían problemas con la piratería online y física. Y cuando llegó el gigante de renta de videos por internet, creado por Reed Hastings, lo único que hicieron fue quitar el sobre-cargo por entregas tardías. ¡Se habían rendido! Tiraron la toalla.
En pocas palabras y según nuestro punto de vista, Blockcbuster nunca se decidió a orientase hacia el mercado.
El caso de Kodak, me parece más grave aún. Esta marca sí entendió cómo estaba cambiando el mercado, y por eso crearon la tecnología para atenderlo. Sin embargo, con el invento de la cámara digital en sus manos, decidieron que no debían fomentar este cambio en el consumo. Para ellos, era más fácil seguir trabajando en un mercado que conocían en su totalidad, que volver a empezar desde cero.
Que las personas compren nuestro producto no quiere decir que estén totalmente satisfechos con él.
La orientación hacia el mercado consiste en saber qué es lo que realmente quiere el cliente. Cuando hablamos del cliente ya no nos referimos a ese grupo grande de personas al que le vendemos nuestros productos o servicios.
En la actualidad, tenemos que entender a cada una de las personas que conforman esa masa de clientes, aunque todos sean nuestro mismo target; ya que tienen diferentes gustos, intereses y preferencias. Por eso aparece el H2H (Human to Human) como el mejor remplazo al B2B (business to business) y al B2C (business to costumer).
En ambos casos (Blockbuster y Kodak), hubo ideas asombrosas que debían ir orientándose o, mejor dicho, adaptándose al mercado con el paso del tiempo, para ir creciendo junto con sus compañías.
Para terminar sólo nos queda decir que el caso de Blockbuster y Kodak fueron las ¡crónicas de una muerte anunciada!, que nos dejan como enseñanza un solo mensaje: ¡Oriéntate hacia el mercado o muere!