Por: Andrea Escobar.
Los filtros son la forma más atractiva y fácil para alcanzar la perfección de las imágenes en solo segundos, sin tener que recurrir a herramientas como Photoshop o Lightroom. Sin embargo, vivir dentro de ellos se ha vuelto complicado para algunos, lo surrealista del mundo online hace que nuestro entorno offline duela si la publicidad engañosa eres tú mismo.
La dependencia de estar conectados se ve relacionado en trastornos de Dismorfia Corporal o como ahora llaman la Dismorfia de Snapchat, que, aunque segmentado a una red social, está alineado con varias plataformas que ofrecen la misma interacción para compartir momentos con otros usuarios. Es claro, la función de sus creadores es la de entretener, pero parece ser que tomar una selfie es sinónimo de preocupación constante de los defectos que las personas ven reales o simplemente son producto de la imaginación.
Los filtros más usados en Colombia son Clarendon, Valencia y Juno (El Colombiano, 2016). Al utilizar el hashtag #selfies se ha comprobado que el 25% de las personas usan filtros. Lo curioso y que muchos no saben, es que al tomar una autofoto natural obtiene un engagement mucho más alto y es ahí donde el hashtag #nofilter aparece, a pesar de que solo el 10% cumple realmente su promesa (Medium, 2017).
Según la Royal Society for Public Health (RSPH) del Reino Unido afirma que Instagram y Snapchat son las redes sociales que más afectan el bienestar de sus usuarios. Actualmente, estos síntomas son tangibles, 55% de los pacientes querían operarse con cirujanos plásticos faciales para verse mejor en selfies en 2017, en comparación con apenas el 13% en 2013 afectando a pacientes menores de 30 años, de acuerdo con un estudio de la Academia Estadounidense de Cirugía Facial citado en la BBC.
Ansiedad, depresión y pérdida de sueño, son los nuevos factores de la ecuación que alimentan al espejo negro frente a nosotros, es nuestra decisión si la búsqueda de aceptación, se basa en la competencia y lucha constante de likes para satisfacer a las personas que están a nuestro alrededor, y que ahora llamamos seguidores.
¿Y tú? ¿Hasta dónde quieres llegar?