POR: Sonia Ardila. sap@datelligence.com
 
Según una reciente encuesta de KPMG (Going beyond the data. Turning data from insights to value, 2015), en el mundo, el 81% de las compañías están buscando en las analíticas una forma de comprender mejor al consumidor.
 
Cuando oímos la palabra “analíticas” es muy fácil pensar en Google Analytics y sus dashboards, que nos permiten ver el comportamiento del shopper en el mundo online porque en internet quedan sus huellas, sus clics, sus tiempos de navegación…
 
Hay argumentos fuertes para interesarse en monitorear al shopper online, ya que la penetración de internet en Colombia ha aumentado y, según el TechTracker de Ipsos Napoleón Franco, más de un 22% de los internautas colombianos navegan para cotizar productos.
 
Entonces… ¿Cómo compraremos en el futuro?
 
Fast Company publicó un estudio sobre cómo compraremos en el año 2020 y el rol protagónico de internet no es el que se esperaba, ni se mencionan dispositivos implantados en la piel o sensores que lean la actividad cerebral para enviar información a las marcas. El estudio concluye que si la gente quiere ser feliz, gastará su dinero en experiencias más que en cosas. Y esas experiencias, esa conexión emocional con las marcas, se siente mucho más en el punto de venta que en la tienda online.
 
Por eso empresas como Warby Parker que empezó en 2010 vendiendo gafas en su tienda online con gran éxito, desde el año pasado también tiene tiendas offline en donde el shopper vive con más intensidad la experiencia de sentir, tocar y probarse todos los diseños que quiera.
 
Así que como estamos “back to the future”, no solo es importante monitorear al shopper en el mundo online sino también en el mundo offline, ir más allá de conocer las cifras del tráfico y las ventas, a cuantificar los motivos que generan ese tráfico, el interés hacia un producto específico y otras variables que hacen parte de esa experiencia del shopper.