Con alguna frecuencia, muchos de nosotros recibimos llamadas de empresas donde nos ofrecen productos para la venta. Sus guiones y manejo de objeciones son tan perfectos que cuesta terminar la llamada cuando no estamos interesados en sus servicios. Incluso, en varias oportunidades es normal que el posible cliente termine enfadándose o molestándose con la persona que llama, dada su insistencia y su inoportuna llamada.

 

Si este tipo de situaciones se vuelve recurrente, como a veces ocurre, la actividad comercial o de telemercadeo, en lugar de cumplir su objetivo final que es vender, termina generando malas experiencias con la marca, acciones anti-marca por parte del consumidor y hasta perjudicando la percepción de la misma.

 

Sin embargo, a propósito del Día de la Madre, les queremos compartir una caso maravilloso, donde en lugar de recibir un no como respuesta o algunas palabras de enejo, en esta oportunidad, no solo se recibe un sí, sino que además, se da con alegría e ilusión, convirtiéndose en una emocional experiencia de marca:

 

https://www.youtube.com/watch?v=418uaikILM8